Formentera es una pequeña isla balear de increíble belleza. Como ocurre en Menorca, gracias al turismo controlado y restringido, podemos disfrutar de una isla cien por cien natural y en muchas calas, prácticamente salvaje, si decidimos realizar un chárter náutico para visitarla.
Por su cercanía con Ibiza, muchos turistas aprovechan y también hacen una parada en Formentera, donde pueden explorar playas y calas tranquilas y recónditas, y sin duda de las más bellas del Mediterráneo. Te contamos cuáles.
Qué vamos a encontrar en Formentera
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De las Islas Baleares, Formentera es la más pequeña. Podemos visitarla en un par de días y disfrutar de sus numerosas calas prácticamente vírgenes. Es la isla que mejor mantiene su esencia natural, gracias a la normativa medioambiental de conservación, y a las restricciones del número de turistas que pueden entrar cada verano, lo que ocurre también en ciertas playas de Menorca.
En Formentera encontraremos un alga autóctona que le da ese color turquesa espectacular a sus aguas: la posidonia. Por tanto, hay que tener en cuenta que si optamos por un chárter náutico, la normativa de fondeo es estricta, con el fin de proteger este tipo de alga.
Los paisajes son muy mediterráneos, con vegetación propia de la zona, frondosa y salvaje, que llega hasta las calas, y playas de arena blanca y fina. Y, por supuesto, sus aguas turquesas, de un color único, hacen de Formentera un lugar idóneo para descansar, broncearse y obtener las mejores fotografías. Dado que el turismo es limitado, también lo es el alquiler de barcos, lo que hay que tener en cuenta para hacer las reservas con algo de antelación, sobre todo con los nuevos protocolos náuticos de lucha contra el COVID-19.
Playas y calas de Formentera
Entre las más visitadas por sus grandes atractivos está la playa de Ses I’lletes, muy cómoda para fondear un chárter náutico y pasar una espléndida jornada en su playa de arena fina y blanca. Posiblemente encontremos más barcos familiares en esta playa, así como exclusivos restaurantes, previsiblemente abiertos en junio, para disfrutar de buenos mariscos y pescados locales.
Si lo que nos apetece es practicar el nudismo, la Cala Saona es muy recomendable. Esta cala forma parte del Cap Alt, un entorno calificado como de especial interés. En este lugar, encontraremos paisajes distintos a los de otras calas de arena fina, con espectaculares acantilados, colores tierra y aguas muy profundas para amarrar nuestro barco y darnos un buen baño a mar abierto, y también es muy apropiado para el submarinismo el snorking.
Una de las mejores playas y también de las más turísticas es la playa de Es Pujols. Aunque debemos tener en mente que, en esta isla, el turismo no está masificado, debido a las restricciones para conservar la isla en magníficas condiciones medioambientales. Situada en la zona de turismo de Es Pujols, si llegamos en chárter náutico podemos acercarnos a su paseo peatonal para echar un vistazo a los mercadillos artesanales que se montan por las tardes. También podremos ver las casetas de pescadores en diversos tramos de playa.
Playa de Migjorn
Esta playa es una de las más extensas de Formentera y abarca casi toda la zona sur de la isla. Es una playa muy bonita, con unas aguas impresionantes, porque son cristalinas y prácticamente transparentes. Si vamos en charter náutico debemos tener pericia al fondear, ya que es una playa abierta y expuesta al viento. A pesar de ser una playa grande (abarca unos 5 km), no está demasiado concurrida, por lo que es muy tranquila. Y además, cuenta con estupendos restaurantes y chiringuitos al borde de la playa.
Espalmador y la Playa de S’Alga
Muy cerca de la isla de Formentera, a unos 150 metros, podemos visitar la isla de Espalmador. Se trata de una isla muy pequeña, de unos 3 km cuadrados, pero merece la pena visitarla si vamos en chárter náutico, porque está muy cerca y tiene muchos encantos. Hay que tener en cuenta que, siendo una isla pequeña, necesitaremos reservar boya con anterioridad para poder fondear nuestro barco. Encontraremos unas bonitas y paradisíacas playas, de arena blanca, suave y fina, y unos paisajes de pinares encantadores. En esta pequeñísima isla, merece la pena visiar la Platja de S´Alga, que es bastante extensa y cerrada.
Una de las mejores formas de llegar a esta isla es alquilar un charter náutico para pasar allí una agradable jornada en este parque natural no tocado por la mano del hombre salvo por la torre de vigilancia de Sa Guardiola, en el punto más alto. Este dato es necesario tenerlo en cuenta para llevar preparado un picnic, ya que al ser una isla prácticamente salvaje, no hay ningún tipo de restaurantes, chiringuitos o bares.
Los pequeños pueblos de Formentera. Un tesoro por descubrir
En una isla pequeña y protegida, no encontraremos ni centros comerciales ni grandes avenidas. Pero sí pequeños y encantadores pueblos blancos para dar un paseo tranquilo. Es muy recomendable visitar El Pilar de Mola, al este de Formentera, un pueblo más elevado que el resto, rodeado de impresionantes acantilados. Aquí estaremos en el punto más alto de la isla.
Antes de abandonar La Mola, resulta muy recomendable hacer una pequeña excursión a este punto más alto de la isla, para disfrutar del Mirador de Formentera, en el que disfrutaremos de unas vistas espectaculares de la isla, con sus aguas azul turquesa y sus imponentes acantilados poblados de vegetación.
Para descansar del mar, dar un paseo al atardecer y visitar este bonito pueblo, o algunos muy recomendables como Sant Francesc, o Sant Ferrá, pueden ser una magnífica opción. Observaremos sus casas blancas brillantes normalmente de dos plantas, y recoletos centros y callecitas para pasear. Además, en Sant Ferrán, vale la pena visitar su pequeña iglesia, y tomar algo en alguno de sus bares.